Construyendo puentes: trabajemos colaborativamente para transformar la Experiencia del Cliente

En la actualidad, la digitalización ocupa un lugar prioritario y alcanzar experiencias de cliente excepcionales se ha vuelto más desafiante que nunca. Los clientes no solo interactúan con colaboradores de la empresa que reciben llamadas telefónicas, sino que también se han convertido en participantes activos en diversas plataformas. Ahora, los clientes se vinculan a través del correo electrónico, interacciones con chatbots, exploración de sitios de reseñas y participación en redes sociales.

En este contexto caracterizado por la omnicanalidad y el enfoque digital, las empresas han tenido que adaptarse constantemente. La tarea de proporcionar experiencias de cliente excepcionales se ha convertido en una tarea más compleja gracias a la diversificación de los puntos de contacto y las plataformas digitales.

Asimismo, el cliente moderno no solo espera una atención personalizada y eficiente, sino que también espera una experiencia fluida y coherente, independientemente de dónde y cómo elija interactuar con una marca. Adaptarse a este nuevo paradigma implica más que simplemente incorporar canales digitales aislados; se trata de fusionar de manera efectiva la interacción online y offline.

 

¿Por qué la Experiencia del Cliente es responsabilidad de todos?

La dinámica actual de la experiencia del cliente ha evolucionado de tal manera que ya no recae exclusivamente sobre los representantes de ventas de primera línea o en equipos especializados en la experiencia del cliente. Según una investigación realizada por Asana, cada miembro de la organización desempeña un papel fundamental en la configuración y ejecución de experiencias excepcionales para los clientes.

Este cambio refleja una comprensión más profunda de que la experiencia del cliente no es simplemente un departamento o una función específica, sino una filosofía que debe impregnar toda la empresa. Desde el CEO hasta el personal de nivel inicial, todos contribuyen a la percepción general que los clientes tienen de la marca. Se trata de un esfuerzo colaborativo que requiere una comunicación fluida entre los diferentes departamentos y un compromiso compartido con la excelencia en el servicio al cliente.

Si bien es cierto que la experiencia del cliente se ha convertido en una iniciativa que debería abarcar toda la empresa, ir más allá de los esfuerzos individuales implica romper con la mentalidad departamentista y fomentar una colaboración más estrecha entre diferentes funciones y equipos. Para esto, es importante trabajar y pensar en la comunicación interna de cada empresa. Según un artículo publicado por Harvard Business Review, un componente esencial de este cambio cultural es establecer canales de comunicación interfuncionales efectivos.

Contar con un lugar central y visible, como un canal de Slack, para que los empleados de todas las funciones presenten ideas y oportunidades para mejorar la experiencia del cliente es un enfoque estratégico. Esto no solo permite que las sugerencias fluyan libremente, sino que también fomenta un ambiente de colaboración en el que los empleados pueden contribuir con perspectivas valiosas desde sus áreas respectivas.

Esto se traduce en una comprensión más completa de las necesidades del cliente. Por ejemplo, un empleado de desarrollo de productos puede identificar oportunidades para mejorar la usabilidad de un producto, mientras que alguien del equipo de ventas puede proporcionar información sobre las tendencias y expectativas del cliente basadas en interacciones directas.

En una investigación llevada a cabo por Forbes España, tanto los líderes como los trabajadores de la información coincidieron en que los mayores obstáculos en el camino hacia la innovación son los desafíos tecnológicos y los desafíos organizacionales, especialmente aquellos relacionados con la colaboración interfuncional. El 31% de los líderes cita obstáculos tecnológicos y el 25% cita obstáculos organizacionales. 

De esta manera, trabajar en la colaboración interfuncional acelera el proceso de implementación de soluciones. Al reunir a representantes de diferentes funciones, se pueden diseñar soluciones de manera más holística y eficiente, teniendo en cuenta diversos aspectos como la viabilidad técnica, la alineación con la estrategia de la empresa y el impacto potencial en la experiencia del cliente.

 

Conclusión

Mejorar la experiencia del cliente en la era de la tecnología digital a menudo nos lleva a pensar que podemos encontrar la solución en invertir en nuevas tecnologías. Sin embargo, la clave del éxito no reside simplemente en incorporar tecnologías más avanzadas, sino en la búsqueda multifuncional de mejorar las experiencias de los clientes en su totalidad.

La adopción de tecnología no debe considerarse como un fin en sí mismo, sino como una herramienta estratégica que facilita la mejora continua de las interacciones con los clientes. Antes de implementar nuevas soluciones tecnológicas, los líderes deben enfocarse en cultivar un compromiso interfuncional sólido, donde cada miembro de la organización comprenda su papel en la creación de experiencias positivas para el cliente.

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